«Jehová Jireh» es uno de los muchos nombres diferentes de Dios que se encuentran en el Antiguo Testamento. «Jehová Jireh» es la traducción de YHWH Yireh y significa «Jehová proveerá» (Génesis 22:14). Es el nombre conmemorado por Abraham cuando Dios proveyó el carnero que sería sacrificado en lugar de Isaac.

La historia comienza con una extraña orden de Dios a Abraham, ordenándole que ofrezca a su «hijo de la promesa», Isaac, como holocausto.
A la mañana siguiente, Abraham prepara leña y un cuchillo, y él e Isaac viajan a Moriah, el lugar especificado por Dios.
Cuando se acercan al lugar, Isaac interroga a Abraham sobre la ofrenda prevista: «¿Dónde está el cordero?» Con gran fe y visión, Abraham responde: «Dios mismo proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío» (Génesis 22:1-8).
El Nuevo Testamento nos dice que Abraham creyó que Dios resucitaría a Isaac de entre los muertos (Hebreos 11:19).
Al llegar al lugar que Dios había elegido, Abraham demuestra su fe y obediencia construyendo un altar, atando a Isaac y colocándolo sobre la leña.
Antes de que Abraham pueda completar la ofrenda, el Ángel del Señor le llama desde el cielo, y la vida de Isaac es perdonada.
Entonces, «Abraham miró y vio un carnero cogido por los cuernos en un zarzal. Fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo» (Génesis 22:13).
Abraham llama al lugar «Jehová Jire» por la gracia de Dios al proporcionar un sustituto para Isaac.
Inmediatamente después, Dios reafirma su pacto con Abraham (vv 17-18). Siglos más tarde, el rey Salomón construiría el templo en el mismo lugar (2 Crónicas 3:1).
El relato de Abrahán en el monte Moriah se convierte así en algo más que una dramática ilustración de fe y obediencia.
Es una presentación de la gracia eterna, la provisión continua y la sabiduría omnímoda del Señor.
Jehová Jire no significa «Jehová ha provisto», sino «Jehová proveerá». En otras palabras, el nombre no se limita a recordar un acontecimiento pasado, sino que anticipa una acción futura.
Del mismo modo, la afirmación «en el monte de Yahveh se proveerá» (versículo 14) se refiere a algo más que al monte Moriah: se refiere también a una colina llamada Calvario, donde Dios «no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros» (Romanos 8:32).
La afirmación de fe de Abraham de que «Dios mismo proveerá el cordero» acompaña a la exclamación de Juan el Bautista: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29).
Jehová proveyó un sacrificio para salvar a Isaac, y esta acción fue un anticipo de la provisión de su Hijo para la salvación del mundo.
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Nair Stella es escritora y revisora de contenido cristiano, especializada en devocionales e historias de fe. Con formación en comunicación espiritual y experiencia en comunidades cristianas, aporta reflexiones inspiradoras y un lenguaje cercano al lector.